Decreto de Escolarización

Justificación del Decreto de Escolarización de la Catequesis

La Iglesia en múltiples ocasiones nos ha exhortado a tener una especial cuidado de la formación catequética de los niños, a continuación presentó algunos números del Directorio General para la Catequesis (DGC, 1997) y del Documento de Aparecida (DA, 2007) que nos servirán para entender el sentido de la escolarización del catecismo.

Directorio General para la Catequesis

Sobre el papel del Presbítero en la catequesis

225. Más en concreto, destacan como tareas propias del presbítero en la catequesis, y particularmente del párroco, las siguientes:

• Suscitar en la comunidad cristiana el sentido de la común responsabilidad hacia la catequesis, como tarea que a todos atañe, así como el reconocimiento y aprecio hacia los catequistas y su misión;

• Cuidar la orientación de fondo de la catequesis y su adecuada programación, contando con la participación activa de los propios catequistas, y tratando de que esté “bien estructurada y bien orientada”;

• Fomentar y discernir vocaciones para el servicio catequético y, como catequista de catequistas, cuidar la formación de éstos, dedicando a esta tarea sus mejores desvelos;

• Integrar la acción catequética en el proyecto evangelizador de la comunidad y cuidar, en particular, el vínculo entre catequesis, sacramentos y liturgia;

• Garantizar la vinculación de la catequesis de su comunidad con los planes pastorales diocesanos, ayudando a los catequistas a ser cooperadores activos de un proyecto diocesano común.

La experiencia atestigua que la calidad de la catequesis de una comunidad depende, en grandísima parte, de la presencia y acción del sacerdote.

Sobre el papel de los padres de familia en la catequesis

226. El testimonio de vida cristiana, ofrecido por los padres en el seno de la familia, llega a los niños envuelto en el cariño y el respeto materno y paterno. Los hijos perciben y viven gozosamente la cercanía de Dios y de Jesús que los padres manifiestan, hasta tal punto, que esta primera experiencia cristiana deja frecuentemente en ellos una huella decisiva que dura toda la vida. Este despertar religioso infantil en el ambiente familiar tiene, por ello, un carácter “insustituible”. Esta primera iniciación se consolida cuando, con ocasión de ciertos acontecimientos familiares o en fiestas señaladas, “se procura explicitar en familia el contenido cristiano o religioso de esos acontecimientos”. Esta iniciación se ahonda aún más si los padres comentan y ayudan a interiorizar la catequesis más sistemática que sus hijos, ya más crecidos, reciben en la comunidad cristiana. En efecto, “la catequesis familiar precede, acompaña y enriquece toda otra forma de catequesis”.

Sobre el papel del obispo y el proyecto diocesano de catequesis

265. La organización de la pastoral catequética tiene como punto de referencia el obispo y la diócesis.

 

274. El Proyecto diocesano de catequesis: es la oferta catequética global de una Iglesia particular que integra, de manera articulada, coherente y coordinada los diferentes procesos catequéticos ofrecidos por la diócesis a los destinatarios de las diferentes edades de la vida.

 

284. Dentro del conjunto de instrumentos para la catequesis sobresalen los Catecismos. Su importancia deriva del hecho de que el mensaje que transmiten es reconocido como auténtico y propio por los pastores de la Iglesia. Si el conjunto de la acción catequética ha de estar siempre vinculada al Obispo, la publicación de los Catecismos es una responsabilidad que atañe muy

directamente al ministerio episcopal. Los Catecismos nacionales, regionales o diocesanos, elaborados con la participación de los agentes de la catequesis, son responsabilidad última de los obispos, catequistas por excelencia en las Iglesias particulares.

La catequesis en el Documento Aparecida

Necesidad de un proceso

289. Sentimos la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades un proceso de iniciación en la vida cristiana que comience por el kerigma, guiado por la Palabra de Dios, que conduzca a un encuentro personal, cada vez mayor, con Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre.

293. La parroquia ha de ser el lugar donde se asegure la iniciación cristiana y tendrá como tareas irrenunciables: iniciar en la vida cristiana a los adultos bautizados y no suficientemente evangelizados; educar en la fe a los niños bautizados en un proceso que los lleve a completar su iniciación cristiana(…)

294. Asumir esta iniciación cristiana exige no sólo una renovación de modalidad catequística de la parroquia. Proponemos que el proceso catequístico formativo adoptado por la Iglesia para la iniciación cristiana sea asumido en todo el Continente como la manera ordinaria e indispensable de introducir en la vida cristiana, y como la catequesis básica y fundamental. Después, vendrá la catequesis permanente que continúa el proceso de maduración en la fe, en la que se debe

incorporar un discernimiento vocacional y la iluminación para proyectos personales de vida.

298. La catequesis no debe ser sólo ocasional, reducida a los momentos previos a los sacramentos o a la iniciación cristiana, sino más bien “un itinerario catequético permanente” Por esto, compete a cada Iglesia particular, con la ayuda de las Conferencias Episcopales, establecer un proceso catequético orgánico y progresivo que se extienda por todo el arco de la vida, desde la infancia hasta la ancianidad, teniendo en cuenta que el Directorio General de Catequesis considera la catequesis de adultos como la forma fundamental de la educación en la fe. Para que, en verdad, el pueblo conozca a fondo a Cristo y lo siga fielmente, debe ser conducido especialmente en la lectura y meditación de la Palabra de Dios, que es el primer fundamento de una catequesis permanente.

II. Criterios

1. La catequesis será escolarizada, a partir de este curso escolar 2011-2012.

2. El momento de recibir la primera comunión será al terminar el tercer año de catequesis y la confirmación se realizará al terminar el sexto año de catequesis.

3. La edad mínima será entonces 8 años para la primera comunión.

4. La edad mínima para la confirmación será 12 años a partir del curso 2012-2013.

5. El curso escolar iniciará en el mes de septiembre y terminará en el mes de junio, lo cual implica suspender cualquier práctica de “cursos de verano” o propuestas de formación de duración menor al curso escolar para recibir la primera comunión o la confirmación.

6. Los niños no podrán tomar en el mismo curso escolar la formación para la primera comunión y la confirmación.

7. Por la naturaleza del sacramento de la confirmación es importante orientar a los adolescentes que realicen un apostolado durante el año que se preparan para recibir dicho sacramento.

8. Recordar que se ha pedido tener en la notaria parroquial un libro de primera comunión y extender un certificado de la recepción del mismo.

9. Los padres de familia que por una causa justa soliciten que sus hijos realicen la primera comunión en una parroquia distinta a donde recibieron la catequesis deberán presentar un comprobante de preparación firmado por el párroco donde se preparo al niño. 

III. Proceso de implementación

  1.  Este curso 2011-2012 se pide como mínimo a todas las parroquias que no han iniciado el proceso de escolarización tener dos grados escolares en la catequesis: el 6º año (confirmación) y el de 3º (primera comunión).

  2. Para el curso 2012-2013 se deberán agregar los grados de 5º y 2º de catequesis.

  3. En el curso escolar 2013-2014 se agregaran los grados de 4º y 1º de catequesis.

IV. El texto

Dado que el texto del Catecismo Diocesano se encuentra en fase de elaboración es posible usar cualquier texto escolarizado para la catequesis hasta que la Comisión de la elaboración del catecismo nos señale el inicio de nuestro propio texto.

Catequesis del Buen Pastor México

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